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Genera frecuencias ultra-bajas y ultra-altas específicas para optimizar las prestaciones de todo tipo de cables de audio y reduce el tiempo de rodaje de los mismos a 48 horas. Asimismo, el uso del Proburn durante 24 horas cada seis u ocho semanas en cables ya usados restaura su potencial al cien por cien al cancelar cualquier carga negativa o estática presente en los mismos, siendo el resultado un sonido más abierto, extendido y tridimensional que contribuye a mejorar poderosamente el realismo y la naturalidad de la grabación original.
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