Las Fenice son, sin ninguna duda, la obra cumbre –además, sólo se fabricarán 30 parejas para todo el mundo- de la mítica firma italiana Sonus faber , una pantalla acústica que va más allá de lo imaginable en su particular búsqueda de la perfección técnica y emocional absoluta en la reproducción de la música grabada. Para empezar, el recinto acústico, con sus paredes curvas en forma de lira realizadas con múltiples placas de madera prensadas, ofrece una neutralidad acústica ejemplar, siendo la totalidad del mismo sometido literalmente a una tensión mecánica mediante dos masivas conchas de aluminio (mecanizadas a partir de bloques de aleación de 100 kilos de peso) situadas en la base y en la parte superior que, a la manera de de las antenas parabólicas, concentran en sus centros la energía de las vibraciones del recinto. Por otro lado, la The Sonus faber está desacoplada del suelo por gatos viscoelásticos, una auténtica suspensión (patentada) que evita cualquier transmisión de vibraciones hacia el suelo y viceversa. De este modo, la colosal masa de la caja acústica sirve de referencia mecánica absoluta para los siete altavoces que contiene. En lo que respecta a la presentación espacial del sonido, se consigue una imagen holográfica gracias a la ubicación, en la parte posterior del recinto, de un auténtico sistema de dos vías con sus parámetros clave ajustables, mientras que el sistema principal propiamente dicho, es decir, el frontal, combina un monumental transductor de subgraves con dos de graves, uno de medios y uno de agudos, hechos a medida para Sonus faber , todo ello gestionado por un filtro divisor de frecuencias ejecutado con los mejores componentes disponibles en el mercado mundial.
Características:
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